Desde el 2011 el mes de Julio se convirtió en el mes inspirador para quienes persiguen un estilo de vida cada vez más libre de plástico. Personas de todo el mundo se unen en un reto común, vivir un mes sin plástico, o lo más cerca posible. Un reto motivador, que requiere de perseverancia y constancia.
Quiero empezar este artículo con una frase inspiradora que me encanta “ Nuestro consumo responsable es nuestra mejor herramienta de cambio y la más accesible”. Julio sin plástico te ayuda a crear el hábito. Son 31 días en los que te vas a concentrar en tu propósito. ¡Una buena forma de empezar a reflexionar acerca de lo que consumes!.
Podrías iniciar con un producto cotidiano como el shampoo. Observa 2 aspectos básicos: El envase y los ingredientes. Notarás que no se necesita investigar ni profundizar tanto en el tema para darte cuenta, que este producto tiene un envase de plástico innecesario y químicos tóxicos que puedes evitar. Por ejemplo, una botella PET o PVC puede tardar de 100 a 1.000 años en desaparecer. El producto que tan cotidianamente usas para lavar tu cabello daña la capa de ozono y contamina el agua ya que el problema es que tradicionalmente el shampoo está compuesto por derivados del petróleo.
La pregunta más importante de la reflexión es: ¿Lo puedo reemplazar por un producto que cubra las mismas necesidades pero que sea natural, ecológico, sostenible y local? Aquí es cuando te das cuenta que siempre hay otras alternativas. En este caso para reemplazar el shampoo convencional la alternativa es el shampoo sólido, libre de sustancias químicas tóxicas, libre de plástico y con empaque biodegradable.
Con el tiempo notarás que antes de comprar, te concentraras en verificar estos aspectos y decidirás de forma consciente si lo llevas o no y de paso podrás cuestionar el lugar donde compras versus las alternativas locales, sostenibles y libres de plástico. ¡Sentirás el efecto motivador y reconfortante como resultado de hacer bien las cosas !
Está claro que el propósito es disminuir el consumo de plástico, pero esto no quiere decir que la decisión genere un efecto contrario. Es decir, si aún tienes productos de plástico, no los botes a la basura, úsalos hasta que cumplan su vida útil. Si hay algo que ya no necesitas, entonces, por supuesto, lo puedes donar. Sin embargo, si hay algo que ya tienes y que puedes usar para evitar comprar más, entonces elige esta opción.
Que julio sin plástico inspire a más personas a unirse todos los meses del año, que nuestro día a día sea un reto para “vivir con menos plástico de un solo uso”.
Que en un futuro no muy lejano, podamos ver esta conducta de respeto por nuestro planeta como algo normal. Sé que muchos sueñan con lo mismo que yo. Que llegue el día que al ir al supermercado sea absurdo y raro ver las frutas y vegetales envueltos en papel film, lo mismo que ver los rollos de bolsas de plástico por doquier. Que lo normal sea llevar tu propia bolsa de tela para empacar tus frutas y verduras. ¡Que abunde el comportamiento ecológico en todo lo que hacemos!.
Es importante crear el hábito. Que cada vez que salgas de casa verifiques si llevas tus infaltables en el bolso, así como nunca olvidarías las llaves de casa o tu celular, que sea igual con tu bolsa de tela, el vaso, los cubiertos y lo que creas que te ayudará a rechazar los plásticos en tu día a día.
Y por último, el proceso no tiene porque ser perfecto, ¡disfrútalo!. No pasa nada soluciona de la mejor manera y concéntrate en lo que ya haces y no en lo que te falta por hacer.
Gracias por el tiempo que te tomaste para leer este artículo.
¡Un abrazo!